Tema 2: El
Inicio en la Edad Moderna en España y en América.
1.
El reinado de los Reyes Católicos.
La Edad Moderna se inició en
España con el reinado de los Reyes Católicos. El apelativo de «Reyes Católicos»
se lo otorgó el papa Alejandro VI por la conquista de Granada. En él se
pusieron las bases de la hegemonía española en Europa, consolidada en el siglo
XVI por Carlos I y
Felipe II.
El matrimonio de Isabel I de
Castilla y Fernando II de Aragón en 1469 supuso el primer paso en la unión del reino de Castilla y
los estados de la corona de Aragón, que se hizo efectiva en
1479.En realidad, se trató solo de una unión dinástica; por eso, los
territorios que integraban las dos coronas solo tuvieron en común a los
monarcas, y cada uno mantuvo sus instituciones, leyes, costumbres y moneda.
Los Reyes Católicos reforzaron el poder real
e implantaron la monarquía
autoritaria en España. Para lograrlo, unificaron el territorio, sometieron
a la nobleza, forzaron la unidad religiosa y establecieron el Estado
moderno.
La unificación territorial
Se inició con la anexión a
Castilla del reino nazarí de Granada (1492), que supuso el fin de la conquista
peninsular; y culminó con la incorporación del reino de Navarra (1512).
Además, se preparó la futura unión con Portugal mediante enlaces matrimoniales.
La unidad religiosa
Para conseguir la unidad
religiosa, los Reyes Católicos adoptaron varias medidas contra los judíos y los
musulmanes: crearon el Tribunal de la Inquisición (1478), una institución que perseguía a los herejes
y a los judaizantes; y obligaron a bautizarse o a marcharse a los judíos (decreto
de expulsión en 1492) y a los mudéjares de Granada (1500).
El establecimiento del Estado moderno
Los Reyes Católicos
controlaron todos los poderes del Estado.
·
Impusieron su autoridad sobre la
nobleza, el clero y los municipios. Así, sometieron a la alta nobleza.
Intervinieron en el nombramiento de los obispos y controlaron los bienes
de las órdenes militares. Redujeron la autonomía de los municipios
implantando corregidores en Castilla o el sorteo de cargos en
Aragón. Y apenas convocaron a las Cortes, el organismo donde estaban representados
los tres estamentos.
·
Reformaron la administración. Para ello, crearon nuevos organismos, como los
Consejos integrados por juristas, y las Chancillerias o Audiencias,
tribunales reales radicados en Valladolid y Granada. Establecieron una política
económica eficaz, multiplicando los ingresos reales. Crearon la Santa Hermandad,
especie de policía que mantenía el orden en el campo. Y modernizaron el
ejército, organizándolo en tercios.
2.
La monarquía hispánica.
Tras la muerte de Isabel de
Castilla (1504) y de Fernando de Aragón (1516), sus reinos y territorios
terminaron pasando a su nieto Carlos, nacido y criado en los
Países Bajos. Se iniciaba así en España la llamada casa de Austria, que perduró
hasta 1700.
En el siglo XVI, la casa de
Austria estuvo representada por Carlos I y por su hijo Felipe II, los
denominados, Austria Mayores.
- Carlos I (1516-1556) heredó de sus abuelos paternos y maternos
numerosos territorios en el centro y el norte de Europa y en Italia, que
amplió con nuevas conquistas en América. En 1519 fue elegido emperador de
Alemania. Tuvo numerosos problemas tanto internos (comunidades y
germanías), como externos, con guerras constantes contra Francia por el
control de Italia, el Imperio Turco, por el Mediterráneo y con los señores
alemanes por culpa del luteranismo.
- Felipe II (1556-1598) no heredó las posesiones centroeuropeas de su padre ni tuvo el título de emperador. Pero incorporó a sus territorios las islas Filipinas y el reino de Portugal con sus extensas colonias (1580). Con ello, creó un enorme imperio en el que, al decir de la época, «nunca se ponía el sol». Como su padre, tuvo numerosos problemas, en especial a nivel interno con la rebelión de los moriscos granadinos en las Alpujarras o conflictos externos como las guerras contra Francia, Turquía (Lepanto), Inglaterra (la Armada Invencible) o Flandes, contra Guillermo de Orange.
Ambos monarcas consolidaron
la monarquía autoritaria, implantada en el siglo anterior por los
Reyes Católicos; se enfrentaron a numerosos conflictos internos; y
gobernaron un extenso imperio, lo que les permitió imponer la hegemonía
hispana en Europa y ocasionó constantes conflictos externos. Sus
reinados coincidieron con una etapa de prosperidad demográfica y económica y de
florecimiento de la cultura y del arte conocida como el «Siglo de Oro».
Carlos I y Felipe II
ejercieron directamente el poder.
·
Para gobernar
contaron con la ayuda de una administración bien organizada. Esta
incluía secretarios reales, encargados de estudiar los asuntos y
aconsejar al monarca; y consejos, que se encargaban del gobierno de
determinados territorios (Consejos de Castilla, de Aragón y de Indias) o
de ciertos temas (Consejo de la Inquisición).
·
La organización
territorial se concibió como una asociación de estados que tenían como
vínculo común al soberano, la política exterior y el ejército, pero
mantenían sus propias instituciones, leyes y costumbres. El monarca estaba
representado en cada territorio por un virrey que tenía amplios
poderes; entre ellos, el de convocar y presidir las Cortes de su reino
3.
La política de los Austrias.
Carlos
I
Durante su reinado, Carlos I tuvo que enfrentarse a
graves conflictos interiores y exteriores.
Los conflictos interiores se desataron tras su llegada a España en 1517, ya
que no hablaba castellano; pidió enormes sumas de dinero a las Cortes para
financiar su elección como emperador de Alemania, y dejó el gobierno
en manos de consejeros flamencos alejando a los nobles castellanos.
Las dos revueltas principales fueron:
Las Comunidades en Castilla (1520-1521), protagonizada por
algunas ciudades en contra de las políticas del emperador. Los rebeldes se
denominaron comuneros y fueron derrotados en la batalla de Villalar.
Las Germanías en Valencia y Mallorca (1519-1523), que
enfrentó a los gremios urbanos (agerminados) contra la nobleza. Ambas se
volvieron contra Carlos I al no atender sus peticiones, y fueron sofocadas por
el ejército real.
Los conflictos exteriores de Carlos I fueron numerosos. Francia, deseosa
de dominar el norte de Italia, el rey Francisco I combatió hasta 5 guerras y perdió,
al final el Milanesado. Los turcos, que amenazaban al imperio en centroeuropa y
en el Mediterráneo aliados con los piratas norteafricanos, perdieron la ciudad
de Túnez. Y los
estados alemanes protestantes y deseosos de autonomía, se
enfrentaron en numerosas ocasiones con el emperador, quien finalmente reconoció
la libertad religiosa en Alemania en la Paz de Augsburgo (1555).
Felipe
II
También tuvo que hacer frente a graves problemas
internos y externos heredados de su padre. Además, su apoyo a la causa
del catolicismo le llevó a intervenir en las guerras de religión europeas.
En el interior luchó contra una rebelión de los moriscos en las Alpujarras
granadinas (1568), causada por las presiones que sufrían para abandonar su
religión y sus costumbres. Después de dos años de lucha, la rebelión fue
sofocada y la población morisca fue expulsada del reino de Granada y dispersada
por Castilla.
También se enfrentó a una rebelión en Aragón (1590),
donde se consideraba que las actuaciones del monarca no respetaban sus fueros o
derechos tradicionales. Terminó siendo sofocada por el rey.
En el exterior derrotó a los franceses en la batalla de San
Quintín (1557); y a los turcos, en la batalla de Lepanto (1571),
gracias a una alianza naval con Venecia y el papa.
El apoyo de la causa católica le enfrentó a una
rebelión de los Países Bajos del Norte (1566), que habían adoptado el
protestantismo y se independizaron de hecho en 1579. También se enemistó con
la Inglaterra de Isabel I, un país protestante que apoyaba la sublevación
de los Países Bajos y los ataques de los corsarios al comercio español con
América. Felipe II planeó su invasión enviando la Armada Invencible; pero su
fracaso, en 1588, supuso la primera gran derrota de la monarquía hispana.
4.
La conquista de América.
En el siglo XVI, una vez finalizada la fase de
descubrimiento, los españoles procedieron a la conquista del inmenso territorio
americano. Las características principales de la conquista fueron las
siguientes:
Fue un proceso rápido que se llevó a
cabo, básicamente, entre 1519 y 1558. Esto fue posible porque los
conquistadores contaban con un armamento superior, e inicialmente
fueron identificados con dioses cuyo regreso anunciaban las profecías
religiosas de los indios.
Los conquistadores eran particulares. Poco
numerosos, en su mayoría fueron hidalgos de la baja nobleza y gente humilde que
pretendían hacer fortuna.
Se basó en capitulaciones. Eran
contratos en los que, a cambio de ciertas concesiones, la Corona autorizaba a
un capitán a formar una expedición, que tenía que sufragar de su propio
bolsillo, y a conquistar un territorio concreto. El capitán recibía además unas
Reales Instrucciones o normas de actuación.
En la primera etapa se incorporaron los grandes
imperios americanos gracias a Hernán Cortés y a Francisco Pizarro.
Hernán Cortés llegó a México en 1519, el año que los aztecas
esperaban el regreso del dios Quetzalcoatl. Hizo prisionero al rey Moctezuma,
pero no logró conquistar la capital, Tenochtitlán, hasta dos años después
debido al fuerte enfrentamiento con los aztecas. Después, controló el resto del
territorio.
Francisco Pizarro llegó a Perú en 1531. Al año siguiente, hizo
prisionero y ejecutó al inca Atahualpa; y en 1533 conquistó Cuzco, la capital
del imperio inca, aprovechando los enfrentamientos internos de los indios por
la sucesión y su identificación con el dios Viracocha.
En la segunda etapa se incorporaron el resto de
América del Sur, excepto Brasil; América Central, incluyendo la cultura maya
que se extendía por el sur de Yucatán, parte de Guatemala y Honduras (1546); y
el sur de América del Norte (Florida, Texas, California). También se conquistaron
las islas Filipinas, en Asia (1571)
5.
Colonización y organización de América.
Después
de la conquista, las Indias se incorporaron a la corona de Castilla. Poco a
poco se inició la colonización del territorio, se procedió a la fundación de
municipios y se organizaron el gobierno, la administración, la economía y la
relación de los nuevos dominios con la Corona.
Hasta
el siglo XVIII, la monarquía española designó sus posesiones en América con el
nombre de «reinos de Indias» o, simplemente, «Indias». La colonización del
territorio obligó a la fundación de municipios y supuso la instauración de las
leyes e instituciones políticas castellanas.
El gobierno de
los nuevos territorios se encomendó al Consejo de Indias, un nuevo
organismo creado en 1524. Controlaba desde Castilla los asuntos americanos y
redactaba las Leyes de Indias.
La administración del
territorio se organizó en dos virreinatos, Nueva España y Perú,
amplios territorios gobernados por virreyes o representantes directos del rey;
en gobernaciones o provincias, mandadas por gobernadores; y
en cabildos o municipios, regidos por un ayuntamiento. Para la
administración de justicia se crearon audiencias.
·
La minería fue
la actividad económica principal desarrollada por los castellanos en América.
Explotaba los yacimientos de oro y, sobre todo, las ricas minas de plata de
México (Zacatecas) y Perú (Potosí). Esta explotación se realizaba mediante el
sistema de la mita, o trabajo forzoso asalariado de los indios.
·
Las actividades
agrarias se practicaron en grandes propiedades agrícolas y ganaderas,
llamadas haciendas y estancias, respectivamente. Eran trabajadas con indígenas,
en régimen de encomienda, o con esclavos negros africanos.
·
El comercio con
las Indias era monopolio de Castilla. Se ejercía mediante la Casa de
Contratación de Sevilla, fundada en 1503, donde debía inscribirse cada
navío a la ida y a la vuelta de las Indias.
A
través del comercio, los castellanos introdujeron en América cultivos
europeos, como trigo, cebada, avena, vid y olivo; asiáticos, como café y
azúcar; y animales desconocidos, como caballos, vacas, cerdos y aves de corral.
Por
su parte, las colonias americanas proporcionaron nuevos cultivos (maíz,
patata, tomate, judía, pimiento, calabaza, cacao y tabaco) y algunos animales
(pavo), que influyeron en la alimentación y en los hábitos de consumo de los
europeos.
6.
Economía, sociedad y vida cotidiana.
La población creció
en el siglo XVI hasta alcanzar los ocho millones de habitantes, siendo
Castilla, con 6,1 millones, el reino más poblado. La sociedad siguió siendo muy
parecida a la de la Edad Media, dividida en dos estamentos distinguidos por
nacimiento:
Los estamentos privilegiados, la nobleza y el clero, mantuvieron sus
privilegios, su prestigio social y su poder económico. La nobleza tenía
como ideal de vida la ociosidad. Los hombres se dedicaban a cuidar su
apariencia, a cazar, y a realizar visitas; y las mujeres a atender a sus hijos
y a organizar las tareas domésticas. El Clero se dedicaba a la oración, aunque
muchos ocuparon cargos de enorme prestigio y poder como el cardenal Cisneros. Ambos
estamentos poseían la mayoría de las tierras, el poder social y el político.
Los estamentos
no privilegiados, sus miembros
debían trabajar para vivir. El estamento no privilegiado continuó
formado, en su mayoría, por campesinos y artesanos. Sostenían el
Estado con sus impuestos y vivían en condiciones muy deplorables. La burguesía tuvo
escaso desarrollo, pues la mentalidad imperante despreciaba el comercio y las
actividades manuales; por eso, sus miembros más ricos aspiraban a entrar en la
nobleza.
Al margen de la sociedad se encontraban los judíos conversos y los moriscos. El recelo que despertaban llevó a exigir estatutos de limpieza de sangre; es decir, pruebas de no tener antepasados judíos o musulmanes para ocupar los altos cargos.
Al margen de la sociedad se encontraban los judíos conversos y los moriscos. El recelo que despertaban llevó a exigir estatutos de limpieza de sangre; es decir, pruebas de no tener antepasados judíos o musulmanes para ocupar los altos cargos.
La economía de
la época siguió siendo básicamente rural. No obstante, la conquista del Nuevo
Mundo provocó una relativa prosperidad económica qué afectó de forma distinta a
cada territorio.
La economía
castellana pasó por
una fase expansiva en la primera mitad del siglo xvi, debido a los beneficios
obtenidos por el comercio con América. Después el crecimiento se detuvo, ya que
los beneficios se invirtieron en financiar las guerras del imperio y las deudas
con Europa. Además, se produjo una revolución de los precios, pues
la llegada de metales preciosos y el crecimiento de la población y de la
demanda encarecieron los alimentos y los productos.
La economía aragonesa, en cambio, sufrió un paulatino estancamiento. Este
afectó sobre todo al comercio, debido al desplazamiento de la actividad al
océano Atlántico.
La
colonización de América y el auge del capitalismo provocaron pocas
transformaciones sociales en relación a otros países europeos.
7.
El Siglo de Oro. Cultura y arquitectura, Escultura y
pintura.
- En el reinado de los Reyes Católicos,
los humanistas más destacados fueron Luis Vives, que defendió
un humanismo cristiano; Beatriz Galindo, llamada «la Latina»
por su gran conocimiento de esta lengua, y Antonio de Nebrija,
que redactó la primera gramática en castellano (1492).
- En el siglo XVI comenzó el Siglo
de Oro, la etapa más floreciente de la cultura española que se
prolongó también durante el siglo XVII.
Durante este siglo, la enseñanza alcanzó nivel y prestigio en las universidades de Alcalá de Henares, Salamanca y Valladolid y en los colegios fundados por los jesuitas. En literatura destacaron la poesía italiana (Garcilaso de la Vega); el teatro, de gran popularidad; la novela picaresca (Lazarillo de Tormes), y la mística (Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz). En ciencia sobresalió Miguel Servet, teólogo y científico que expuso por primera vez en Occidente la teoría de la circulación pulmonar de la sangre.
La arquitectura española del
Renacimiento se inspiró en modelos italianos. En su evolución se distinguen
tres períodos o estilos: el plateresco, el purismo y el herreriano.
- El plateresco (1500-1530) mantuvo
las formas góticas en el interior, pero recubrió la fachada con decoración
renacentista. Esta incluía medallones, escudos y grutescos, realizados con
una minuciosidad semejante al trabajo de un platero, de donde procede el
nombre del estilo. Ejemplos notables son las fachadas de la universidad de
Salamanca y de San Marcos de León.
- El purismo (1530-1560) adoptó
los elementos constructivos renacentistas y simplificó y aumentó el tamaño
de la decoración. Los principales edificios son el palacio de Carlos I, en
Granada; el palacio de Monterrey, en Salamanca, y la fachada de la
universidad de Alcalá de Henares.
- El herreriano (1560-1600) toma
el nombre de su arquitecto más famoso, Juan de Herrera. Se caracterizó por
las formas simples, las cubiertas exteriores de pizarra y la desnudez
decorativa. Los edificios más importantes son el monasterio-palacio de El
Escorial y el palacio ducal de Lerma.
8.