lunes, 14 de mayo de 2018

TEMA 2: EL INICIO EN LA EDAD MODERNA EN ESPAÑA Y EN AMÉRICA.


Tema 2: El Inicio en la Edad Moderna en España y en América.

1.                  El reinado de los Reyes Católicos.
La Edad Moderna se inició en España con el reinado de los Reyes Católicos. El apelativo de «Reyes Católicos» se lo otorgó el papa Alejandro VI por la conquista de Granada. En él se pusieron las bases de la hegemonía española en Europa, consolidada en el siglo XVI por Carlos I y Felipe II.
El matrimonio de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón en 1469 supuso el primer paso en la unión del reino de Castilla y los estados de la corona de Aragón, que se hizo efectiva en 1479.En realidad, se trató solo de una unión dinástica; por eso, los territorios que integraban las dos coronas solo tuvieron en común a los monarcas, y cada uno mantuvo sus instituciones, leyes, costumbres y moneda.


Los Reyes Católicos reforzaron el poder real e implantaron la monarquía autoritaria en España. Para lograrlo, unificaron el territorio, sometieron a la nobleza, forzaron la unidad religiosa y establecieron el Estado moderno.
La unificación territorial
Se inició con la anexión a Castilla del reino nazarí de Granada (1492), que supuso el fin de la conquista peninsular; y culminó con la incorporación del reino de Navarra (1512). Además, se preparó la futura unión con Portugal mediante enlaces matrimoniales.
La unidad religiosa
Para conseguir la unidad religiosa, los Reyes Católicos adoptaron varias medidas contra los judíos y los musulmanes: crearon el Tribunal de la Inquisición (1478), una institución que perseguía a los herejes y a los judaizantes; y obligaron a bautizarse o a marcharse a los judíos (decreto de expulsión en 1492) y a los mudéjares de Granada (1500).

El establecimiento del Estado moderno
Los Reyes Católicos controlaron todos los poderes del Estado.
·       Impusieron su autoridad sobre la nobleza, el clero y los municipios. Así, sometieron a la alta nobleza. Intervinieron en el nombramiento de los obispos y controlaron los bienes de las órdenes militares. Redujeron la autonomía de los municipios implantando corregidores en Castilla o el sorteo de cargos en Aragón. Y apenas convocaron a las Cortes, el organismo donde estaban representados los tres estamentos.
·       Reformaron la administración. Para ello, crearon nuevos organismos, como los Consejos integrados por juristas, y las Chancillerias o Audiencias, tribunales reales radicados en Valladolid y Granada. Establecieron una política económica eficaz, multiplicando los ingresos reales. Crearon la Santa Hermandad, especie de policía que mantenía el orden en el campo. Y modernizaron el ejército, organizándolo en tercios.

2.    La monarquía hispánica.
Tras la muerte de Isabel de Castilla (1504) y de Fernando de Aragón (1516), sus reinos y territorios terminaron pasando a su nieto Carlos, nacido y criado en los Países Bajos. Se iniciaba así en España la llamada casa de Austria, que perduró hasta 1700.
En el siglo XVI, la casa de Austria estuvo representada por Carlos I y por su hijo Felipe II, los denominados, Austria Mayores.

  • Carlos I (1516-1556) heredó de sus abuelos paternos y maternos numerosos territorios en el centro y el norte de Europa y en Italia, que amplió con nuevas conquistas en América. En 1519 fue elegido emperador de Alemania. Tuvo numerosos problemas tanto internos (comunidades y germanías), como externos, con guerras constantes contra Francia por el control de Italia, el Imperio Turco, por el Mediterráneo y con los señores alemanes por culpa del luteranismo.
  • Felipe II (1556-1598) no heredó las posesiones centroeuropeas de su padre ni tuvo el título de emperador. Pero incorporó a sus territorios las islas Filipinas y el reino de Portugal con sus extensas colonias (1580). Con ello, creó un enorme imperio en el que, al decir de la época, «nunca se ponía el sol». Como su padre, tuvo numerosos problemas, en especial a nivel interno con la rebelión de los moriscos granadinos en las Alpujarras o conflictos externos como las guerras contra Francia, Turquía (Lepanto), Inglaterra (la Armada Invencible) o Flandes, contra Guillermo de Orange.


Ambos monarcas consolidaron la monarquía autoritaria, implantada en el siglo anterior por los Reyes Católicos; se enfrentaron a numerosos conflictos internos; y gobernaron un extenso imperio, lo que les permitió imponer la hegemonía hispana en Europa y ocasionó constantes conflictos externos. Sus reinados coincidieron con una etapa de prosperidad demográfica y económica y de florecimiento de la cultura y del arte conocida como el «Siglo de Oro».
Carlos I y Felipe II ejercieron directamente el poder.
·       Para gobernar contaron con la ayuda de una administración bien organizada. Esta incluía secretarios reales, encargados de estudiar los asuntos y aconsejar al monarca; y consejos, que se encargaban del gobierno de determinados territorios (Consejos de Castilla, de Aragón y de Indias) o de ciertos temas (Consejo de la Inquisición).
·       La organización territorial se concibió como una asociación de estados que tenían como vínculo común al soberano, la política exterior y el ejército, pero mantenían sus propias instituciones, leyes y costumbres. El monarca estaba representado en cada territorio por un virrey que tenía amplios poderes; entre ellos, el de convocar y presidir las Cortes de su reino

3.        La política de los Austrias.

Carlos I

Durante su reinado, Carlos I tuvo que enfrentarse a graves conflictos interiores y exteriores.

Los conflictos interiores se desataron tras su llegada a España en 1517, ya que no hablaba castellano; pidió enormes sumas de dinero a las Cortes para financiar su elección como emperador de Alemania, y dejó el gobierno en manos de consejeros flamencos alejando a los nobles castellanos.
Las dos revueltas principales fueron:
Las Comunidades en Castilla (1520-1521), protagonizada por algunas ciudades en contra de las políticas del emperador. Los rebeldes se denominaron comuneros y fueron derrotados en la batalla de Villalar.
Las Germanías en Valencia y Mallorca (1519-1523), que enfrentó a los gremios urbanos (agerminados) contra la nobleza. Ambas se volvieron contra Carlos I al no atender sus peticiones, y fueron sofocadas por el ejército real.

Los conflictos exteriores de Carlos I fueron numerosos. Francia, deseosa de dominar el norte de Italia, el rey Francisco I combatió hasta 5 guerras y perdió, al final el Milanesado. Los turcos, que amenazaban al imperio en centroeuropa y en el Mediterráneo aliados con los piratas norteafricanos, perdieron la ciudad de Túnez. Y los estados alemanes protestantes y deseosos de autonomía, se enfrentaron en numerosas ocasiones con el emperador, quien finalmente reconoció la libertad religiosa en Alemania en la Paz de Augsburgo (1555).

Felipe II

También tuvo que hacer frente a graves problemas internos y externos heredados de su padre. Además, su apoyo a la causa del catolicismo le llevó a intervenir en las guerras de religión europeas.

En el interior luchó contra una rebelión de los moriscos en las Alpujarras granadinas (1568), causada por las presiones que sufrían para abandonar su religión y sus costumbres. Después de dos años de lucha, la rebelión fue sofocada y la población morisca fue expulsada del reino de Granada y dispersada por Castilla.
También se enfrentó a una rebelión en Aragón (1590), donde se consideraba que las actuaciones del monarca no respetaban sus fueros o derechos tradicionales. Terminó siendo sofocada por el rey.

En el exterior derrotó a los franceses en la batalla de San Quintín (1557); y a los turcos, en la batalla de Lepanto (1571), gracias a una alianza naval con Venecia y el papa.
El apoyo de la causa católica le enfrentó a una rebelión de los Países Bajos del Norte (1566), que habían adoptado el protestantismo y se independizaron de hecho en 1579. También se enemistó con la Inglaterra de Isabel I, un país protestante que apoyaba la sublevación de los Países Bajos y los ataques de los corsarios al comercio español con América. Felipe II planeó su invasión enviando la Armada Invencible; pero su fracaso, en 1588, supuso la primera gran derrota de la monarquía hispana.

4.        La conquista de América.
En el siglo XVI, una vez finalizada la fase de descubrimiento, los españoles procedieron a la conquista del inmenso territorio americano. Las características principales de la conquista fueron las siguientes:

Fue un proceso rápido que se llevó a cabo, básicamente, entre 1519 y 1558. Esto fue posible porque los conquistadores contaban con un armamento superior, e inicialmente fueron identificados con dioses cuyo regreso anunciaban las profecías religiosas de los indios.
Los conquistadores eran particulares. Poco numerosos, en su mayoría fueron hidalgos de la baja nobleza y gente humilde que pretendían hacer fortuna.
Se basó en capitulaciones. Eran contratos en los que, a cambio de ciertas concesiones, la Corona autorizaba a un capitán a formar una expedición, que tenía que sufragar de su propio bolsillo, y a conquistar un territorio concreto. El capitán recibía además unas Reales Instrucciones o normas de actuación.
En la primera etapa se incorporaron los grandes imperios americanos gracias a Hernán Cortés y a Francisco Pizarro.

Hernán Cortés llegó a México en 1519, el año que los aztecas esperaban el regreso del dios Quetzalcoatl. Hizo prisionero al rey Moctezuma, pero no logró conquistar la capital, Tenochtitlán, hasta dos años después debido al fuerte enfrentamiento con los aztecas. Después, controló el resto del territorio.
Francisco Pizarro llegó a Perú en 1531. Al año siguiente, hizo prisionero y ejecutó al inca Atahualpa; y en 1533 conquistó Cuzco, la capital del imperio inca, aprovechando los enfrentamientos internos de los indios por la sucesión y su identificación con el dios Viracocha.
En la segunda etapa se incorporaron el resto de América del Sur, excepto Brasil; América Central, incluyendo la cultura maya que se extendía por el sur de Yucatán, parte de Guatemala y Honduras (1546); y el sur de América del Norte (Florida, Texas, California). También se conquistaron las islas Filipinas, en Asia (1571)


5.        Colonización y organización de América.
Después de la conquista, las Indias se incorporaron a la corona de Castilla. Poco a poco se inició la colonización del territorio, se procedió a la fundación de municipios y se organizaron el gobierno, la administración, la economía y la relación de los nuevos dominios con la Corona.
Hasta el siglo XVIII, la monarquía española designó sus posesiones en América con el nombre de «reinos de Indias» o, simplemente, «Indias». La colonización del territorio obligó a la fundación de municipios y supuso la instauración de las leyes e instituciones políticas castellanas.
El gobierno de los nuevos territorios se encomendó al Consejo de Indias, un nuevo organismo creado en 1524. Controlaba desde Castilla los asuntos americanos y redactaba las Leyes de Indias.
La administración del territorio se organizó en dos virreinatos, Nueva España y Perú, amplios territorios gobernados por virreyes o representantes directos del rey; en gobernaciones o provincias, mandadas por gobernadores; y en cabildos o municipios, regidos por un ayuntamiento. Para la administración de justicia se crearon audiencias.
·         La minería fue la actividad económica principal desarrollada por los castellanos en América. Explotaba los yacimientos de oro y, sobre todo, las ricas minas de plata de México (Zacatecas) y Perú (Potosí). Esta explotación se realizaba mediante el sistema de la mita, o trabajo forzoso asalariado de los indios.
·         Las actividades agrarias se practicaron en grandes propiedades agrícolas y ganaderas, llamadas haciendas y estancias, respectivamente. Eran trabajadas con indígenas, en régimen de encomienda, o con esclavos negros africanos.
·         El comercio con las Indias era monopolio de Castilla. Se ejercía mediante la Casa de Contratación de Sevilla, fundada en 1503, donde debía inscribirse cada navío a la ida y a la vuelta de las Indias.
A través del comercio, los castellanos introdujeron en América cultivos europeos, como trigo, cebada, avena, vid y olivo; asiáticos, como café y azúcar; y animales desconocidos, como caballos, vacas, cerdos y aves de corral.
Por su parte, las colonias americanas proporcionaron nuevos cultivos (maíz, patata, tomate, judía, pimiento, calabaza, cacao y tabaco) y algunos animales (pavo), que influyeron en la alimentación y en los hábitos de consumo de los europeos.

6.        Economía, sociedad y vida cotidiana.

La población creció en el siglo XVI hasta alcanzar los ocho millones de habitantes, siendo Castilla, con 6,1 millones, el reino más poblado. La sociedad siguió siendo muy parecida a la de la Edad Media, dividida en dos estamentos distinguidos por nacimiento:
Los estamentos privilegiados, la nobleza y el clero, mantuvieron sus privilegios, su prestigio social y su poder económico. La nobleza tenía como ideal de vida la ociosidad. Los hombres se dedicaban a cuidar su apariencia, a cazar, y a realizar visitas; y las mujeres a atender a sus hijos y a organizar las tareas domésticas. El Clero se dedicaba a la oración, aunque muchos ocuparon cargos de enorme prestigio y poder como el cardenal Cisneros. Ambos estamentos poseían la mayoría de las tierras, el poder social y el político.

Los estamentos no privilegiados, sus miembros debían trabajar para vivir. El estamento no privilegiado continuó formado, en su mayoría, por campesinos y artesanos. Sostenían el Estado con sus impuestos y vivían en condiciones muy deplorables. La burguesía tuvo escaso desarrollo, pues la mentalidad imperante despreciaba el comercio y las actividades manuales; por eso, sus miembros más ricos aspiraban a entrar en la nobleza.
Al margen de la sociedad se encontraban los judíos conversos y los moriscos. El recelo que despertaban llevó a exigir estatutos de limpieza de sangre; es decir, pruebas de no tener antepasados judíos o musulmanes para ocupar los altos cargos.
La economía de la época siguió siendo básicamente rural. No obstante, la conquista del Nuevo Mundo provocó una relativa prosperidad económica qué afectó de forma distinta a cada territorio.
La economía castellana pasó por una fase expansiva en la primera mitad del siglo xvi, debido a los beneficios obtenidos por el comercio con América. Después el crecimiento se detuvo, ya que los beneficios se invirtieron en financiar las guerras del imperio y las deudas con Europa. Además, se produjo una revolución de los precios, pues la llegada de metales preciosos y el crecimiento de la población y de la demanda encarecieron los alimentos y los productos.
La economía aragonesa, en cambio, sufrió un paulatino estancamiento. Este afectó sobre todo al comercio, debido al desplazamiento de la actividad al océano Atlántico.
La colonización de América y el auge del capitalismo provocaron pocas transformaciones sociales en relación a otros países europeos.



7.        El Siglo de Oro. Cultura y arquitectura, Escultura y pintura.

  • En el reinado de los Reyes Católicos, los humanistas más destacados fueron Luis Vives, que defendió un humanismo cristiano; Beatriz Galindo, llamada «la Latina» por su gran conocimiento de esta lengua, y Antonio de Nebrija, que redactó la primera gramática en castellano (1492).
  • En el siglo XVI comenzó el Siglo de Oro, la etapa más floreciente de la cultura española que se prolongó también durante el siglo XVII.
    Durante este siglo, la enseñanza alcanzó nivel y prestigio en las universidades de Alcalá de Henares, Salamanca y Valladolid y en los colegios fundados por los jesuitas. En literatura destacaron la poesía italiana (Garcilaso de la Vega); el teatro, de gran popularidad; la novela picaresca (Lazarillo de Tormes), y la mística (Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz). En ciencia sobresalió Miguel Servet, teólogo y científico que expuso por primera vez en Occidente la teoría de la circulación pulmonar de la sangre.
La arquitectura española del Renacimiento se inspiró en modelos italianos. En su evolución se distinguen tres períodos o estilos: el plateresco, el purismo y el herreriano.

  • El plateresco (1500-1530) mantuvo las formas góticas en el interior, pero recubrió la fachada con decoración renacentista. Esta incluía medallones, escudos y grutescos, realizados con una minuciosidad semejante al trabajo de un platero, de donde procede el nombre del estilo. Ejemplos notables son las fachadas de la universidad de Salamanca y de San Marcos de León.
  • El purismo (1530-1560) adoptó los elementos constructivos renacentistas y simplificó y aumentó el tamaño de la decoración. Los principales edificios son el palacio de Carlos I, en Granada; el palacio de Monterrey, en Salamanca, y la fachada de la universidad de Alcalá de Henares.
  • El herreriano (1560-1600) toma el nombre de su arquitecto más famoso, Juan de Herrera. Se caracterizó por las formas simples, las cubiertas exteriores de pizarra y la desnudez decorativa. Los edificios más importantes son el monasterio-palacio de El Escorial y el palacio ducal de Lerma.


8.                   


lunes, 26 de febrero de 2018

TEMA 1: EL INICIO DE LA EDAD MODERNA. LOS SIGLOS XV Y XVI.

Tema 1: El inicio de la Edad Moderna. Los siglos XV y XVI.

1. La Edad Moderna.

La Edad Moderna es el período histórico comprendido entre los siglos XV y XVIII. Sin embargo, no existe acuerdo entre los historiadores sobre su fecha de comienzo, siendo las más aceptadas la toma de Constantinopla por los turcos (1453) o el descubrimiento de América (1492). Su final está marcado por la Revolución Francesa (1789).


Dentro de la Edad Moderna se suelen establecer, a su vez, varios subperíodos con rasgos más o menos homogéneos: el siglo XVI, o época del Renacimiento; el siglo XVII, o época del Barroco; y el siglo XVIII, o época de la Ilustración y el Despotismo Ilustrado.

Desde mediados del siglo XV y durante el siglo XVI, se produjeron en Europa transformaciones que afectaron a todos los ámbitos de la vida:
El panorama internacional cambió debido a una serie de acontecimientos significativos:
-          La desaparición del imperio bizantino, tras la toma de Constantinopla por los turcos en 1453, incrementó la amenaza musulmana sobre la cristiandad occidental.
-          Los descubrimientos geográficos de portugueses y castellanos en África, América y Asia ampliaron el mundo conocido por los europeos. Gracias a ellos, algunos países, como España y Portugal, crearon extensos imperios coloniales cuyas riquezas estimularon el comercio mundial.
-          La lucha por la hegemonía europea enfrentó a los grandes estados; entre Portugal, Francia y España, finalmente, se implantó la española en el siglo XVI.
-          El mundo conocido por los europeos a principios de la Edad Moderna era muy limitado, pues se reducía a Europa Occidental y el contorno del Mediterráneo. Más allá, únicamente se tenían vagas referencias de reinos e imperios africanos y asiáticos a través de viajeros medievales, como Marco Polo. Los viajes de descubrimiento permitieron el conocimiento de otras civilizaciones e impulsaron la formación, en el siglo XVI, de los imperios coloniales de España y Portugal. Los intercambios con las colonias estimularon el comercio transatlántico y posibilitaron el conocimiento de nuevos productos.

Desde el siglo XV, el sistema feudal y las creencias tradicionales entraron en crisis. Así, los reyes de buena parte de Europa se impusieron sobre la nobleza y los gobiernos de las ciudades; el comercio alcanzó una gran importancia y extensión geográfica, y la burguesía hizo grandes fortunas. También, la Reforma protestante cuestionó la autoridad del papado, como refleja esta crítica de las indulgencias; y los intelectuales, impulsaron el humanismo, la cultura laica y el renacimiento de la cultura y el arte de Grecia y Roma. La unidad religiosa del occidente europeo se rompió. Esta ruptura, provocada por la Reforma protestante, originó graves conflictos armados conocidos como «guerras de religión».

El sistema feudal entró en crisis. Así, los reinos feudales fueron sustituidos por el Estado moderno y las monarquías autoritarias; la economía feudal, centrada en la posesión de la tierra, dio paso al capitalismo comercial, basado en la obtención de grandes capitales a través del comercio con las colonias; y la burguesía adquirió importancia dentro de la sociedad estamental.

La cultura medieval fue sustituida por una nueva mentalidad, el humanismo, que centró su atención en el ser humano y originó un nuevo estilo artístico: el Renacimiento.


2. Los descubrimientos. Causas de un proceso.
La ampliación del mundo conocido por los europeos y la exploración de nuevos espacios geográficos se debió a diferentes causas: políticas, económicas, científicas, técnicas, religiosas e ideológicas.
  • Políticas. Tras finalizar la conquista de la península ibérica, los reinos cristianos peninsulares deseaban proseguir su expansión por nuevos territorios. Para los reyes, que estaban afianzando su autoridad, las nuevas conquistas eran una oportunidad de obtener oro y plata para financiarse; adquirir gloria personal; y demostrar su poder frente a las instituciones medievales de la Iglesia y la Nobleza.
  • Económicas. La caída de Constantinopla en poder de los turcos (1453) había cerrado al comercio europeo la vía tradicional de aprovisionamiento de especias, que discurría a través de Asia. Para traerlas a Europa era necesario, por tanto, buscar un nuevo camino. También se buscaba una nueva ruta marítima para traer de la India y de China productos de lujo como seda y piedras preciosas; y una ruta para acceder directamente al oro de Sudán y a otros productos africanos apreciados, como los esclavos y el marfil del norte de África.
  • Científicas. En esta época se difundieron libros que sostenían que la Tierra era redonda y de dimensiones más reducidas que las reales, como la Geografía de Ptolomeo, y el Imago Mundi del cardenal Pierre d'Ailly. Por tanto, algunos marinos inquietos consideraron factible llegar a la India y a China navegando por el oeste.
  • Técnicas. La navegación en el mar progresó, gracias a la generalización de la brújula y a la mejora del astrolabio, que permitía orientarse en el mar por la noche tomando como referencia las estrellas. El avance de la cartografía proporcionó nuevos mapamundis y portulanos, que detallaban la localización de los puertos y permitían a los barcos navegar sin tener la costa a la vista. Además, en el sur de España y Portugal se construyeron nuevos barcos, como la carabela y la nao, adaptados para aprovechar el viento y soportar el fuerte oleaje del Atlántico gracias a sus grandes velas y alta borda.

  • Religiosas. Los reinos peninsulares mantenían el deseo de luchar contra los infieles y de encontrar aliados frente a ellos. A esto respondía en parte el empeño de encontrar el legendario reino cristiano del Preste Juan, localizado en África y rodeado de infieles. Además, existía gran interés en extender el cristianismo por nuevas tierras.
  • Ideológicas. La mentalidad de la época promovió el afán de aventuras y de adquirir fama y riqueza. También existía un deseo por parte de los humanistas y de los sabios de comprobar la veracidad de los textos antiguos y de los métodos matemáticos y astronómicos.
Desde mediados del siglo XV, el infante portugués Enrique el Navegante impulsó la navegación y los viajes de exploración por las costas africanas. El objetivo de Portugal era acceder al oro de Sudán y comerciar con la India, bordeando la costa de África. La rivalidad con Castilla en esta zona se solucionó con la firma del Tratado de Alcaçovas (1479). En él, Portugal cedía a Castilla la conquista de Canarias y esta aceptaba que Portugal explorase la costa africana.

En sucesivas exploraciones por la costa africana, los portugueses ocuparon las islas Madeira, Azores y Cabo Verde; pasaron el cabo Bojador (1431) y llegaron al golfo de Guinea (1460). Finalmente, Bartolomé Díaz dobló el cabo de Buena Esperanza (1487), y Vasco de Gama llegó a la India (1498). En las costas africanas y asiáticas, los portugueses fundaron factorías y levantaron fortalezas. Desde ellas controlaron el comercio de oro y esclavos de Sudán y monopolizaron el comercio de especias con la India y de seda con China.
El descubrimiento de América se debió a Cristóbal Colón, un marino de posible origen genovés. Su objetivo, basado en el convencimiento de la redondez de la Tierra, era adentrarse en el Atlántico y llegar a la India navegando por el oeste. Primero presentó su proyecto al rey Juan II de Portugal (1484), que lo rechazó. Entonces, lo ofreció a los Reyes Católicos, que lo aceptaron en las Capitulaciones de Santa Fe (1492).

Colón zarpó con tres barcos desde el puerto de Palos (Huelva), hizo escala en Canarias, y el 12 de octubre de 1492 llegó a la isla caribeña de Guanahaní (Bahamas), que bautizó como San Salvador. Antes de regresar, reconoció las islas de Cuba y la Española y se interesó por sus posibles riquezas.Tras volver otras tres veces al Nuevo Mundo, murió en 1506 creyendo haber llegado a las Indias, denominación dada entonces a el sur y el sureste de Asia. Por eso, los nuevos territorios recibieron esta denominación y sus habitantes fueron llamados indios.



3. El nacimiento del Estado moderno.


Durante la Edad Moderna, las monarquías feudales europeas se transformaron en monarquías autoritarias. En ellas, el rey reforzó su poder sobre el conjunto del reino, al imponerse sobre la nobleza, la Iglesia y limitar la autonomía de los municipios. Esta nueva forma de organización del Estado recibe el nombre de Estado moderno.
En Europa, la monarquía autoritaria se afianzó en Francia, en Inglaterra y en los reinos de la península ibérica. Alemania e Italia, en cambio, no consiguieron crear un estado unificado.
El florentino Nicolás Maquiavelo (1469-1527) escribió en 1513 “El Príncipe”, que pretendía ser un libro de instrucciones para gobernantes. En él sostuvo que el fin último del gobernante es obtener y mantener el poder, y que la «razón de estado» debía primar sobre los derechos o intereses de los individuos. Los objetivos políticos de un gobernante se debían de hacerse independientemente de los medios empleados. La moral quedaba así alejada de la práctica política.
Las monarquías autoritarias se implantaron especialmente en Inglaterra, donde los reyes de la dinastía Tudor, como Enrique VIII, dominaron a la nobleza; en Francia, donde los Valois, como Luis XI, acabaron con la influencia de los duques de Aquitania, Bretaña y Borgoña; y en España, donde Fernando de Aragón e Isabel de Castilla tras la unión de las dos coronas, unificaron los territorios peninsulares excepto Portugal y controlaron los poderes del Estado.

Los reyes emplearon distintos instrumentos para reforzar su poder:

  • La unificación territorial. Unificaron el territorio de sus estados y, en algunos casos, lo ampliaron mediante guerras o alianzas matrimoniales.
  • El control de los poderes del Estado. Se impusieron sobre la alta nobleza; limitaron la autonomía de los municipios, interviniendo en el nombramiento de los cargos, y convocaron a las Cortes lo menos posible.
  • La mejora de la administración. Para conseguirla, fijaron la corte en una ciudad, que se convirtió en la capital del estado; crearon una burocracia de funcionarios profesionales, que ejecutaban sus órdenes; y establecieron impuestos ordinarios, que les proporcionaban ingresos regulares sin recurrir a las Cortes. Es lo que de denominó la centralización política de los Estados.
  • La creación de un ejército permanente. Sustituyeron las mesnadas o tropas feudales, que solo se reunían en tiempos de guerra, por un ejército permanente formado básicamente por mercenarios a sueldo.
  • La organización de las relaciones internacionales. Establecieron relaciones diplomáticas con otros países. Esta diplomacia estaba constituida por embajadores permanentes, encargados de defender los intereses de la monarquía y de resolver pacíficamente los conflictos; y por embajadores temporales, enviados para concertar alianzas y tratados.


4. Transformaciones económicas y cambios sociales.

Durante los siglos XV y XVI, el crecimiento de la población europea se vio favorecido por la mejora de las cosechas, la desaparición de la peste, y una relativa paz. No obstante, fue un crecimiento lento, debido a la elevada tasa de mortalidad causada por las enfermedades infecciosas, el atraso de la medicina y la falta de higiene. La tasa de natalidad fue elevadísima, por encima, en líneas generales a la tasa de mortalidad.
La sociedad estamental pervivió, aunque el desarrollo económico de la época la hizo más compleja.

  • La nobleza y el clero aceptaron el aumento del poder del rey, pero continuaron siendo los estamentos privilegiados y mantuvieron casi intactos su poder económico y sus privilegios. Siguieron sin pagar impuesto alguno, mantuvieron su prestigio, su poder y la mayoría de las tierras.
  • La burguesía se enriqueció con el comercio transoceánico, los negocios y la banca. Así se impuso sobre los demás grupos urbanos formados por pequeños artesanos, comerciantes y asalariados. La estructura gremial siguió intacta, con maestros, oficiales y aprendices. En algunos casos, las familias burguesas de las grandes ciudades llegaron a ocupar un peso político determinante, en especial en Italia, con las familias Sforza o Medici a la cabeza.
  • El campesinado continuó formando la mayoría del estamento no privilegiado. Sus condiciones de vida mejoraron en Europa Occidental, pues se libró de la servidumbre y trabajó en sus propias tierras (minoría) o como asalariado de los señores (mayoría). En Europa Oriental, en cambio, se acentuó su sujeción a la tierra y los derechos señoriales se fortalecieron. El campesinado trabajaba la tierra y debía pagar impuestos al rey, a los dueños de la tierra y a la Iglesia, a quien entregaba cada año el 10 % de toda su producción (diezmo).


El aumento de la población incrementó la demanda de productos agrícolas y artesanales y estimuló el comercio.
  • Las actividades agrarias continuaron siendo mayoritarias. En el siglo XVI, se vieron favorecidas por las buenas cosechas y la roturación de nuevas tierras. Sin embargo, los métodos de trabajo apenas cambiaron, siguiéndose una productividad baja.
  • La artesanía evitó el control de los gremios desarrollando el sistema de trabajo a domicilio. En él, el empresario proporcionaba al campesinado las materias primas y las herramientas necesarias para elaborar el producto en su casa, y después lo recogía y lo comercializaba.
  • El comercio, gracias a los descubrimientos geográficos, creció; diversificó sus rutas, e incorporó nuevos productos procedentes de América: tabaco, metales preciosos, maderas, esclavos, azúcar, café, etc. Además, la importancia del comercio atlántico favoreció a los puertos de Lisboa, Sevilla y el mar del Norte, frente al comercio mediterráneo centrado en los puertos italianos.
  • El sistema económico capitalista comenzó a desarrollarse. En sus inicios fue un capitalismo comercial, es decir, basado en la acumulación de capitales procedentes del comercio. Ahora aparecieron los primeros bancos, oficiales y privados (Fugger, Médici); aumentó la circulación de moneda; se simplificaron las operaciones mercantiles y bancarias (cheques, letras de cambio, contabilidad por partida doble), y se fundaron las primeras sociedades comerciales.

5. Cambios y conflictos religiosos. Reforma y Contrarreforma
En el siglo XVI se inició y extendió por Europa la Reforma protestante. Se trató de un profundo cambio en la manera de entender las relaciones de los seres humanos con Dios sin tener que pasar por la mediación de la Iglesia Católica. Con ella se rompía la unidad religiosa de Europa Occidental en torno a la Iglesia. Esta, como reacción, inició un proceso de renovación espiritual conocido como Contrarreforma.
Entre 1524 y 1697, las diferencias religiosas provocaron varios conflictos en Europa conocidos como «guerras de religión». En el siglo xvi, las más destacadas fueron, en Francia, la guerra entre católicos y hugonotes (1562-1598); en el imperio alemán, la guerra de los campesinos (1524-1525) y la de Esmalcalda (1546-1547); y en los Países Bajos, la guerra de los Ochenta Años (1568-1648.
Las causas de esta ruptura fueron:
  • El desprestigio del papado y del clero. La Iglesia católica romana era muy poderosa en Europa. Sin embargo, en opinión de mucha gente, los papas se ocupaban sobre todo de sus intereses terrenales; los obispos vivían de forma lujosa y no residían en sus diócesis; el bajo clero carecía de preparación, no predicaba y no daba ejemplo de moralidad; y muchas órdenes religiosas no seguían la regla.
  • Los abusos de la Iglesia. Entre ellos se encontraban el nepotismo, o favoritismo del alto clero por sus familiares para ocupar los altos cargos eclesiásticos; el nicolaísmo, o amancebamiento (solo se dedicaban a comer y a no hacer nada)  de muchos clérigos; y la simonía, o venta de cargos eclesiásticos. El Papa, los obispos y los cardenales vendían también el perdón de los pecados a quien comprara un documento de indulgencia.
La reforma protestante.
La reforma luterana
El movimiento renovador se inició en Alemania, donde el monje agustino Martín Lutero rechazó la venta de indulgencias ordenada por el papa León X con el fin de pagar las obras del Vaticano. En 1517, expuso las “95 tesis contra ellas y contra ciertos aspectos de la doctrina católica. Como respuesta, el papa condenó y excomulgó a Lutero, en 1521.
La doctrina luterana se basa en la justificación por la fe y la libre interpretación de la Biblia. Además, Lutero rechazó la infalibilidad del papa, aceptó dos únicos sacramentos (el Bautismo y la Eucaristía), suprimió el culto a la Virgen y a los santos, el sacerdocio universal (Sin curas) y simplificó la liturgia. La doctrina se difundió rápidamente por algunos estados alemanes y por el centro y el norte de Europa debido a que muchos señores aprovecharon esta doctrina para obtener más libertad y poder contra la autoridad del emperador Carlos V.
La reforma calvinista
La doctrina calvinista fue predicada por Juan Calvino desde 1536 en Ginebra (Suiza). Se basa en la creencia en la predestinación, según la cual, las personas están destinadas por Dios a salvarse o a condenarse al margen de sus acciones. Su doctrina tuvo gran éxito entre la burguesía de los Países Bajos, Suiza, Escocia, Francia e Inglaterra. En estos dos últimos países, los calvinistas fueron llamados hugonotes y puritanos, respectivamente.
La reforma anglicana
La doctrina anglicana surgió en Inglaterra, donde el rey Enrique VIII rechazó la obediencia al papa por negarse a concederle el divorcio de su esposa, Catalina de Aragón. Después, en 1534, se proclamó cabeza de la Iglesia de Inglaterra. En un principio, esta doctrina fue muy similar a la católica, y solo con posterioridad adquirió rasgos propios.

La Contrareforma.
Para frenar la expansión de la Reforma protestante, la Iglesia católica emprendió su propia reforma, conocida como Contrarreforma. Sus principales instrumentos fueron dos:
  • El Concilio de Trento (1545-1563). Convocado por el papa Paulo III, definió la doctrina católica y la difundió mediante catecismos: las buenas obras son necesarias para salvarse; solo la Iglesia puede interpretar la Biblia; el papa es infalible; los sacramentos son siete; los santos y la Virgen reciben culto, etc. También se dictaron normas para frenar el desprestigio del clero, como la obligación de los obispos de residir en sus diócesis; y se impulsó la creación de seminarios para formar a los sacerdotes, entre otras medidas.
  • La Compañía de Jesús. Fundada por Ignacio de Loyola en 1540, fue un importante apoyo de la Contrarreforma. Sus miembros hacían un voto especial de obediencia al papa, tenían una sólida formación teológica y se dedicaron a la predicación y la educación.



6. El humanismo. La nueva visión del ser humano
En el siglo XV surgió en Italia el humanismo, un movimiento intelectual que supuso un cambio de mentalidad respecto a la época medieval que ponía al ser humano a la misma altura que Dios. Este movimiento se basó en el racionalismo y en la resurrección de los valores de la antigüedad clásica (Grecia y Roma). Su desarrollo y difusión fue facilitado por la invención de la imprenta.
 La imprenta es un medio de reproducción mecánica y en serie de textos. Fue ideada hacia 1448 por Gutemberg, un orfebre alemán que perfeccionó las antiguas técnicas chinas de impresión al utilizar una prensa móvil de metal para cada letra, que así podía volver a utilizarse. Gracias a la imprenta, se incrementó la producción de libros, el papel sustituyó al pergamino, y los contenidos se adaptaron a los gustos de los crecientes lectores.
Sus rasgos básicos fueron dos:
  • La Antigüedad clásica se tomó como modelo. Por ello, las obras filosóficas, literarias, científicas y artísticas griegas y romanas se estudiaron, se difundieron y sirvieron de inspiración.
  • El ser humano ocupó el centro del mundo. Frente a la época medieval en la que el centro de la vida era Dios (teocentrismo), los humanistas o intelectuales exaltaron valores humanos como la libertad y la razón (antropocentrismo). También defendieron los valores del mundo clásico, el individualismo, la búsqueda de honores terrenales, el éxito, la fama, el prestigio y el poder.
El humanismo fue un movimiento complejo que impregnó todos los ámbitos de la vida. Por ello, en su seno se pueden distinguir varias corrientes:
  • Literaria, política y filosófica. Se dedicó a traducir y comentar escritos clásicos, utilizando los textos originales. En ella, destacaron los italianos Pico della Mirandola, Erasmo de Rotterdam y Nicolás Maquiavelo.
  • Religiosa. Pretendió conjugar la admiración por los pensadores antiguos con el mensaje del evangelio. Estuvo representada por el holandés Erasmo de Rotterdam y el inglés Tomás Moro, creador de la primera sociedad igualitaria, la utopía.
  • Científica. Intentó explicar los fenómenos de la naturaleza usando la razón, la observación y la experimentación. Sus figuras principales fueron Nicolás Copérnico, que formuló la teoría heliocéntrica; y los médicos Paracelso y AndrésVesalio que renovaron la medicina.
Las ideas humanistas se difundieron por toda Europa entre los siglos XV y XVI. A ello contribuyeron los viajes realizados por los humanistas, que permitieron el intercambio de ideas entre los intelectuales de distintos países; la fundación de academias, donde se difundió la cultura clásica; y la invención de la imprenta, que multiplicó y abarató la producción de libros. Este ambiente favoreció la trasmisión de ideas por toda Europa y el desarrollo de universidades como Oxford, Cambrige, Colonia, Sorbona (París), Alcalá de Henares y Salamanca.


7. El Renacimiento en Italia.
El Renacimiento fue el estilo artístico que aplicó las ideas humanistas al campo del arte. Surgió en Italia en el siglo XV (Quattrocento), y se extendió por el resto de Europa en el siglo XVI (Cinquecento).El arte renacentista dio nuevamente importancia a la figura humana y a sus proporciones. El canon ideal de las proporciones volverá a ser el módulo de las 8 cabezas, y la altura ideal total será igual a la longitud de los brazos extendidos. Esta última fue recogida por Leonardo da Vinci en su Hombre de Vitrubio.


Las características básicas del Renacimiento son las siguientes:
  • El modelo artístico fue la Antigüedad clásica. Por eso, los artistas se basaron en los materiales y formas estilísticas de los autores griegos y romanos.
  • El arte se inspiró en la naturaleza, e intentó representar fielmente la realidad. Para ello, recurrió a veces a métodos matemáticos, como los módulos para calcular las proporciones; y la perspectiva lineal para representar la profundidad.
  • Se recuperó el antropocentrismo. Los edificios se hicieron a escala humana, y el ser humano fue el protagonista de esculturas y pinturas en las que se buscó la belleza ideal, la serenidad y el equilibrio.
  • Los artistasmejoraron su consideración social. Muchos destacaron en varias disciplinas, firmaron sus obras, y fueron apoyados por ricos mecenas, como los Médici en Florencia y los papas en Roma.

La arquitectura
Los arquitectos se inspiraron en los modelos clásicos; emplearon la piedra como material; y utilizaron los órdenes griegos y romanos (Dórico Jónico, Corintio, Toscano y Compuesto), los arcos semicirculares, y las cubiertas planas o abovedadas. Los edificios más destacados fueron las iglesias, con planta de cruz latina o centralizada; y los palacios, con varios pisos horizontales y puertas y ventanas rematadas en frontones.
  • En el siglo XV, la cuna del nuevo estilo fue la ciudad de Florencia. En esta ciudad, Filippo Brunelleschi inauguró el Renacimiento con la cúpula de la catedral de Florencia. Después, creó los modelos de iglesia y palacio renacentistas (iglesia de San Lorenzo y palacio Pitti). También destacó León B. Alberti, autor de la fachada de la iglesia de Santa María Novella y del palacio Rucellai.
  • En el siglo XVI, el centro de la arquitectura italiana se trasladó a Roma, donde los papas impulsaron un gran número de construcciones. Destacan San Pietro in Montorio y la basílica de San Pedro del Vaticano, diseñada por Bramante y continuada por otros arquitectos, entre ellos Miguel Ángel, creador de la cúpula de San Pedro de Roma.
Escultura y pintura.
Por influencia clásica, los escultores y pintores se interesaron por el cuerpo humano desnudo, la belleza ideal, y las composiciones simétricas y equilibradas. Sus temas preferidos fueron los religiosos, la naturaleza, los temas mitológicos y los retratos. Los escultores y pintores del Renacimiento buscaron la belleza ideal, que consideraron resultado de la armonía y de la proporción. Para ello, volvieron al concepto clásico de canon, que establecía las proporciones de la figura humana a través de un módulo o unidad de medida.
Los escultores del siglo XV más destacados fueron Ghiberti, por los relieves que decoran las Puertas del Paraísoen el baptisterio de la catedral de Florencia; y Donatello, por esculturas como David, San Jorge, y el Condotiero Gattamelata, la primera estatua ecuestre que se hacía en Italia desde época romana.
Los pintores más prestigiosos del período fueron Masaccio, muy interesado por la perspectiva en obras como la Trinidad El pago del tributo; Boticelli, autor de obras mitológicas llenas de movimiento, como La Primavera y el Nacimiento de Venus.
El escultor por excelencia del siglo XVI fue Miguel Ángel, que realizó obras en mármol de gran fuerza y perfección anatómica. Entre ellas, David, Moisés, varias piedades y las tumbas de los Médicis.
Los pintores del siglo XVI fueron considerados por sus contemporáneos como los grandes maestros:

  • Leonado da Vinci (1452-1519) realizó pocas obras, pero de gran calidad. Su gran aportación fue la técnica del sfumatto , aplicada en obras como La Sagrada Cena, la Gioconda y la Virgen de las Rocas.
  • Miguel Ángel (1475-1564), como pintor mostró gran interés por el desnudo, el movimiento, la variedad de posiciones, el dibujo y la representación del volumen. Su principal obra es el conjunto de frescos que decoran la Capilla Sixtina, en el Vaticano: el techo, con escenas del Antiguo Testamento; y el muro frontal, con el Juicio Final.
  • Rafael (1483-1520) alcanzó una gran perfección en el dibujo, en el color y en las composiciones. Sus principales obras son la Escuela de Atenas, situada en una de las estancias vaticanas que decoró al fresco; numerosos retratos, y cuadros de Vírgenes con el Niño
8. El Renacimiento fuera de Italia.
En los Países Bajos, la manifestación artística más significativa de la época fue la pintura. Se desarrolló principalmente en las ciudades de Gante y Brujas, donde existía una poderosa burguesía enriquecida que encargó numerosas obras de arte para decorar sus casas.
La escuela flamenca, cuyos pintores se conocen como «primitivos flamencos», tuvo rasgos propios. Los principales fueron la introducción de la técnica del óleo, que consiste en disolver los colores en aceite de linaza. Con ello, los cuadros adquieren un colorido brillante y una gran luminosidad, es posible realizar transparencias, y las pinturas ganan en detallismo. Realizaron obras muy naturalistas, con influencia de la naturaleza y con predominio de la temática religiosa y de retratos.
Los hermanos Van Eyck fueron los iniciadores de la escuela, con el políptico de la Adoración del Cordero Místico. Uno de ellos, Jan Van Eyck realizó también excelentes retratos, como El matrimonio Arnolfini.
Otros pintores destacados de la escuela fueron Roger Van der Weyden, que introdujo la expresión de los sentimientos en obras como el Descendimiento y Cristo crucificado con la Virgen y San Juan; y El Bosco, que criticó y caricaturizó la sociedad de su época a través de imágenes y seres fantásticos, como en el Jardín de las Delicias y Las tentaciones de San Antonio Abad.
El arte del Renacimiento italiano se extendió por Europa durante el siglo XVI. Muchos reyes y nobles llamaron a sus cortes a artistas italianos o compraron obras de arte italianas que sirvieron de modelo a los artistas. Además, algunos artistas europeos acudieron a Italia para formarse y, a su vuelta, introdujeron el nuevo estilo en sus países.
  • En Alemania, la figura más importante fue el pintor Alberto Durero, que también fue un gran dibujante y grabador. Sus obras más destacadas son sus propios autorretratos y Adán y Eva.
  • En Francia, el Renacimiento se impuso durante el reinado de Francisco I, que construyó numerosos castillos-palacio a lo largo del valle del Loira, como el de Chambord.